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RELATO Nº34 --DE TU ALMA A LA ETERNIDAD--

RELATO Nº26 --LA PEQUEÑA ELEONORA II--


Hola a todos. Después de tanto tiempo, me he atrevido a publicar la continuación de un relato ya muy atrás en el tiempo. En su día no me atreví a subirlo porque, sinceramente, no creí que fuera suficiente bueno como para que alguien lo lea. Hoy por hoy, pienso que no debería de haber dejado inconclusa la historia, por muy malo y corto que me pareciera el desenlace. Les dejaré un enlace a la primera parte en concreto aquí mismo para que no esten perdiendo el tiempo en buscarlo.  Sin más y como siempre, espero que disfruten de su lectura tanto como yo disfruto escribiéndola.


Aqui la primera parte--> LA PEQUEÑA ELEONORA I





...Emprendieron el viaje de regreso envueltas en un halo de melancolía y cielo gris. El viento arreciaba desde el sur, frío, húmedo, pesado, tensaba las velas de La Pequeña Eleonora cargado de sueños inacabados.

Sólo una mira atrás. Los largos días como estaciones se posan en el alma quebrada de una amante esposa que, sentada tras los mandos de la embarcación, únicamente divisa el vacío, no hay horizonte.

Ya no habían canciones, se alejaron las alegres notas de su voz. Se disolvieron en lágrimas, las sonrisas y los colores de sus mejillas. Permanecía contemplando las  vacías líneas de su diario con esperanza, que el viento pose las palabras que su congoja no fue capaz transmitir a la pluma.

Llegadas a tierra, no se arriaron las velas, no hubo amarras ni ancla para la embarcación. No descargaron sus pertenencias, ni lanzaron despedidas al viento. La Pequeña Eleonora se quedó a la deriva, su destino era caer dentro de la tormenta como las sonrisas que ya se había llevado en alta mar.

Condujo a su hija por un estrecho sendero que lleva a lo alto del acantilado, a la ermita del pueblo. Junto a ésta, se alzaba vigilante la figura de un santo, guardián de los marineros a la que ambas se postraron. “Rezaremos por el alma de tu padre”, “rezaremos para que pronto nos encontremos con el”, dijo con voz apagada, quebrada aún por las interminables noches de vigilia, quebrada por el continuo llanto, quebrada por las incontables palabras que jamás dieron vida su garganta.

Eleonora recibió el colgante de su madre con los anillos de boda. Le colocó con mesura la vieja bufanda de su padre. Le anudó en la muñeca el reloj de oro que había heredado de su abuela.

El acantilado rugía con fuerza ahora que la tormenta casi tocaba tierra.

Le pidió que cerrara los ojos y que rezaran juntas en voz alta. Pronto la oración de Eleonora se alzo solitaria en la tormenta que comenzaba. Sólo vio los flecos de su vestido deslizarse por la roca desnuda. Sus oraciones fueron arrastradas por él desfiladero junto con su alma.

Eleonora permaneció en el santuario hasta que de ella, sólo hallaron su sombra.

Comentarios

  1. Breve pero intenso... Transmites mucho con pocas palabras. Te animo a escribir relatos mas largos o incluso novelas y podrías llegar a publicar alguno.

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    1. No sé que decir, salvo gracias. Que te digan cosas así hacen que esto merezca la pena. De nuevo mil gracias.

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  2. ¡Me alegro que te animases a terminar el relato! Sera corto, pero muy intenso. Muy cargado de emociones. Te hace transportarte junto eleonora. ¡Sigue así!

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    1. Gracias! Me ha costado subirlo, sobre todo porque no gustó mucho en casa... ;-)

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    2. Todo escrito genera reacciones diferentes en cada persona. No dejes de publicar algo por temor a las reacciones. La historia es como es y lo importante es despertar sentimientos en los demas, aunque sean sentimientos de disgusto. Al menos, les has hecho sentir algo

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  3. A mi me parece triste y cargado de emoción intensa. Me gusto mucho.

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