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RELATO Nº34 --DE TU ALMA A LA ETERNIDAD--

RELATO Nº11 --LA MELODÍA DE LA PRIMAVERA--


Hola a todos. Esta semana les traigo un breve relato, más corto de lo que suelo acostumbrar. Para serles sincero, aún hoy me da un poco de pudor realizar escritos de este estilo; requiere "conectar" con esa sensibilidad que tan poco solemos mostrar hoy día. Sin más,  espero que disfruten leyéndolas tanto como yo escribiéndolas.



  La Melodía de la Primavera


—Fue aquel verano del cincuenta y dos, ¿recuerdas? —Tom coge con firmeza la mano de su mujer—.  Siempre que cierro los ojos te veo así.

 
Llegamos de recoger unas flores del campo, las colocaste con delicadeza en el viejo jarrón de tu abuela. Llevabas un vestido gris claro, muy fresco y corto, con estampado de pequeñas flores multicolor. Después de eso corriste como una niña a la habitación para ver como quedaban. Lo colocaste en la cómoda, y con  suma satisfacción te dejaste caer en la cama. Yo te observaba apoyado en el marco de la puerta. Estabas tan hermosa. Ese momento fue un verdadero regalo para la vista.

  La Luz de la tarde entraba difuminada por las cortinas. El vestido dejaba ver tus piernas  doradas por el sol que bañaba tu piel con suavidad, como si los ángeles te acariciaran. Cerrabas los ojos, dejándote mimar por el reconfortante calor.  Levantaste la mano en busca de la mía y nos encontramos envueltos en sudor, sábanas húmedas y  pasión.

Después  pasé largo rato entremezclando con mis dedos tu cabello.  Miraba fijamente a tus ojos grises, llenos de luz y vida. Solía perderme en recorrer ese pequeño universo de tu iris. Te besé, no recuerdo si fueron decenas o cientos en ese instante, pero recuerdo el tacto de tu mejilla bajo mis labios. La ligera sonrisa que te dibujaba cada uno de ellos. Sin duda el tiempo nos regaló ese instante deteniéndose. Me decías, ”¿Cómo pudiste conquistarme con eso?, hay una estatura mínima soldado.” Y reías a carcajadas.  Seguro que lo recuerdas Megan.

Un día todo cambió, el viejo jarrón no volvió a florecer.  Los días se tornaron grises, el sol jamás volvió a visitar nuestra habitación. Olvidamos la melodía de la primavera, el otoño se instaló en los jardines y en nuestras almas. Tu mirada abandonó el universo que poblaba. Lo perdimos todo, justo cuando casi tocamos el sol, como Ícaro.

Espero que en tu viaje, te reencuentres con la luz que perdimos, espérame, pronto nos encontraremos.

Comentarios

  1. Muy bueno!! Deberias escribir más relatos de este estilo. Como siempre me dejas con ganas de más.

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    1. Hola! He de decirte que relatos como estos, son dificiles y expresar tanto en tan poco requiere tiempo e inspiración. No obstante escucho a mis “fans” habrán más así. Un beso.

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  2. Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario. La próxima, dame un pequeña impresión de tu lectura. Un beso!

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  3. Es un relato que derrocha dulzura, me encanta como describes detalladamente cada escena, cada gesto...y la frase que más me impactó del relato es "Tu mirada abandonó el universo que poblaba"...captaste mi atención por completo, no podría haberlo descrito mejor. Felicidades!!😊

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    1. ¡Muchas gracias por tu comentario! La verdad que hasta a mí cuando la escribí, me dije "¡Wow, esto llega al alma!" Un abrazo! :-)

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